Es una enfermedad degenerativa de la médula espinal en perros de edad avanzada. La enfermedad puede dar sus primeros síntomas clínicos entre los 8 y 14 años. Ésta empieza con una pérdida de coordinación (ataxia) de las extremidades posteriores. El perro afectado se tambalea mientras camina, camina sobre los nudillos o arrastra los pies. Esto puede ocurrir primeramente en una sola extremidad y más tarde afectar a la otra. A medida que la enfermedad progresa, las extremidades traseras se van debilitando y el perro empieza a curvarse y a tener dificultad para permanecer de pie. Al debilitarse progresivamente llega un momento que el perro se ve incapacitado para andar.
La evolución del empeoramiento progresivo de los síntomas clínicos se produce en un período que va desde los 6 hasta los 12 meses, hasta que se produce la paraplejía. También puede aparecer incontinencia urinaria y fecal y si se prolonga en el tiempo también puede empezar la debilitación de las extremidades anteriores.
Una característica de la mielopatía degenerativa es que no es una enfermedad dolorosa.
¿Qué causa la Mielopatía Degenerativa?
La mielopatía degenerativa empieza en la médula espinal de la zona torácica. Si se observa en el microscopio esta zona de la médula espinal de un perro que haya muerto por DM, se puede ver la degeneración de la sustancia blanca de la médula espinal. Esta sustancia blanca contiene fibras que transmiten las órdenes de movimiento desde el cerebro hasta las extremidades e información sensorial desde las extremidades hasta el cerebro.
Esta degeneración consiste en la desmielinización (pérdida de la capa de mielina de las fibras nerviosas) y la pérdida axonal (pérdida de fibras), que interfiere en la comunicación entre el cerebro y las extremidades. Investigaciones recientes han identificado una mutación en un gen que confiere un riesgo mucho mayor de desarrollar la enfermedad.
¿Cómo se diagnostica clínicamente la Mielopatía Degenerativa?
La Mielopatía Degenerativa se diagnostica por eliminación. Primeramente se buscan otras causas que causen debilidad realizando mielografías y resonancias magnéticas. Cuando se han descartado, nos encontramos con un diagnóstico presuntivo de DM. La única manera de poder confirmar la enfermedad es examinar la médula espinal bajo el microscopio cuando se realiza una necropsia (autopsia). Existen unos cambios degenerativos en la médula espinal que son característicos de la DM y que no son típicos para cualquier otra enfermedad de médula espinal.
¿Qué otras enfermedades pueden parecerse a la Mielopatía Degenerativa?
Cualquier enfermedad que afecte a la médula espinal del perro puede causar signos similares de pérdida de coordinación y debilidad. Dado que muchas de estas enfermedades se pueden tratar con eficacia, es importante seguir las pruebas necesarias para asegurarse de que el perro no tiene una de estas enfermedades. La causa más común de debilidad en las extremidades es una hernia de disco intervertebral. Los discos son amortiguadores entre las vértebras de la espalda. Cuando aparece una hernia, el disco puede causar presión en la médula espinal y así una debilidad o parálisis. Perros de patas cortas y espalda larga (por ejemplo los Teckel) son propensos a padecer de hernias discales.
Una hernia de disco por lo general se puede detectar con radiografías de la columna vertebral y con una mielografía o mediante el uso de tratamientos de imagen más avanzados, tales como tomografía computarizada o resonancia magnética. Otras enfermedades que debemos considerar incluyen tumores, quistes, infecciones, lesiones y accidentes cerebrovasculares. Procedimientos de diagnóstico similares ayudarán a diagnosticar la mayoría de estas enfermedades. Si es necesario, su veterinario puede referirlo a un neurólogo certificado, el cual puede ayudar en el diagnóstico de la Mielopatía Degenerativa.
¿Cómo tratar la Mielopatía Degenerativa?
No existen tratamientos que hayan demostrado claramente detener o retardar la progresión de la DM. Aunque hay una serie de enfoques que se han probado o recomendado en Internet, no existe evidencia científica de que funcionen. Las perspectivas para un perro con DM es todavía grave.
El descubrimiento de un gen que identifica a los perros en situación de riesgo para el desarrollo de la Mielopatía Degenerativa podría allanar el camino para los ensayos terapéuticos para prevenir que la enfermedad se desarrolle. Mientras tanto, la calidad de vida de un perro afectado puede mejorarse mediante medidas como un buen cuidado, rehabilitación física, prevención de úlceras por presión, vigilar y evitar infecciones urinarias, y maneras de aumentar la movilidad a través del uso de arneses y carros.
Champion Agility Ridgeback Shawna with Degenerative Myelopathy in dog wheelchair
El test de ADN para la Mielopatía Degenerativa
Se ha descubierto una mutación en un gen que se asocia con el desarrollo de la Mielopatía Degenerativa (DM). En ese gen, el ADN se produce en dos formas posibles (o alelos). El alelo "G" es la forma predominante en los perros que rara vez o nunca desarrollan DM; se puede pensar en él como el alelo "bueno". El alelo "A" es más frecuente en los perros que muestran signos clínicos de DM; se puede pensar en él como el alelo "afectado". Resumen: "A" alelo asociado con DM; alelo "G" no está asociado con DM.
Puesto que un individuo hereda dos alelos (uno del padre y uno de la madre) hay tres posibles resultados de la prueba: dos alelos "A"; una "A" y un alelo "G"; y, dos alelos "G".
Resumen: Los resultados pueden ser A/A (afectados / en riesgo), A/G (portador), o G/G (normal / libre).
El examen microscópico de una sección de la médula espinal (después de la eutanasia) es el "patrón de oro" para el diagnóstico y la confirmación de la DM. No se tiene la oportunidad de examinar muestras de médulas de todos los perros que han muerto o han sido sacrificados debido a la DM, pero para las médulas sometidas a evaluación, y donde los cambios celulares han sido consistentes con el diagnóstico de DM, los perros han tenido un resultado de la prueba de ADN de A/A en todos menos en 2 individuos. Se está realizando un trabajo adicional para comprender mejor estas 2 excepciones, pero está claro que la gran mayoría de los casos reales de DM tienen la A/A como resultado de la prueba.
Resumen: Los perros que resultan A/G o G/G son muy poco probable que desarrollen la DM. Los perros que resultan en A/A son propensos a desarrollar síntomas clínicos de DM en algún momento a medida que envejecen. Otras investigaciones, actualmente en curso, se centran en la comprensión de por qué algunos perros A/A muestran signos clínicos de DM a los 7 u 8 años de edad, mientras que otros sólo comienzan a mostrar signos clínicos a los 14 o 15 años o más, o incluso pueden morir por alguna otra causa, sin llegar a desarrollar signos clínicos reconocidos de DM.
El alelo "A" es muy común en algunas razas. En estas razas, un programa de cría demasiado agresivo para eliminar aquellos perros con resultados A/A o A/G puede ser destructivo para la raza en su conjunto, ya que se eliminaría una gran parte de los perros de alta calidad que pueden contribuir con otras cualidades deseables para la raza.
No obstante, la DM debe ser tomada en serio. Es una enfermedad mortal con consecuencias devastadoras para los perros y una experiencia muy desagradable para los propietarios que cuidan de ellos.
Por lo tanto, a la hora de criar se debe utilizar el sentido común para poder erradicar la enfermedad sin llegar a erradicar la raza. Es decir, aquellos perros con resultado A/A o A/G sólo pueden tenerse en cuenta para cría si no tienen ningún otro defecto o falta o la que tienen es leve en la raza. Y a partir de aquí los criadores podrán entonces continuar haciendo lo que siempre han hecho en la selección de los ejemplares para cría, sopesar todos los puntos buenos y malos de un ejemplar.
Utilizando este enfoque durante muchas generaciones se debe poder reducir substancialmente la prevalencia de la DM y a su vez poder mantener o mejorar las cualidades de la raza.
Resumen: Se recomienda que los criadores tengan en cuenta los resultados de las pruebas de ADN en sus planes de cría. Sin embargo, no deben exagerar la importancia de este resultado. Un resultado de ADN es simplemente otro factor entre muchos a tener en cuenta en un programa de cría equilibrado.
Es importante para los criadores y propietarios tener en cuenta todos los rasgos presentes en un perro, y no simplemente criar según resultados de pruebas genéticas. Se anima a los criadores a realizar pruebas de ADN y considerar los resultados como parte de su proceso de evaluación y toma de decisiones en su plan de cría.
Figure 1a & b- Breeds with > 50 individuals tested
If allele frequency = 0.5, half of all individuals have the allele; if frequency = 1, all animals have the allele.