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El lunes nos levantamos temprano para ir al lugar del TAN, en Prunet et Belpuig, en medio de la montaña y este año con nieve y temperaturas bajo cero y viento que hacía que la sensación térmica fura de todavía menos temperaruta. A las 9:30 de la mañana con el frío, la nieve, hielo en el camino de entrada al pavellón de caza, ha sido toda una aventura.
Dentro del pavellón Gilles ya tenía la chimenea encendida y Marie Hélène estaba también con el desayuno preparado, café calentito y pastas.
El TAN consiste en evaluar las aptitudes naturales de la raza, ver si tienen o no instinto a través de unas pruebas. Los perros al salir de los coches temblaban un poco de frío.
Una vez llegó todo el mundo y acabamos de desayunar, se realizó el sorteo de salida de los perros.
A Phoebe le tocó ser la primera.
Camino a la zona de la prueba de rastro
En la zona de rastro
Nosotras ya una vez acabada la prueba de rastro, que ha ido muy bien, Phoebe un poco extrañada con la nieve, pero que ha ido siguiendo el rastro hasta llegar al jabalí.
Esperando al resto del grupo para seguir con la prueba de búsqueda del dueño.
Buscando rayos de sol.
Fuimos pasando por las diferentes pruebas y una vez acabado, volvimos al local de caza y recibimos los resultados del TAN.
Gilles, el juez de la prueba, rellenando los informes.
Recibiendo el diploma de Phoebe, un resultado de 88/100.
Una vez entregados los diplomas, nos quedamos todos a un déjeuner estupendo.